Al visitar Alhué, su encantadora plaza llama la atención no solo por su belleza, sino también por su inusual tamaño. Pero, ¿sabías que originalmente era cuatro veces más grande?
Cuando se fundó la Villa San Gerónimo en 1744, se diseñó una plaza de una manzana completa. Sin embargo, en 1791, una orden del subdelegado Juan Antonio Cortés redujo su extensión, dejándola con las dimensiones que hoy conocemos.
A pesar de este cambio, la Plaza de Alhué sigue siendo el corazón de la comuna, un lugar perfecto para disfrutar de su historia, su arquitectura colonial y la calidez de su gente. Un rincón que, aunque pequeño, guarda siglos de tradición y es el punto de encuentro ideal para quienes buscan sumergirse en la esencia de este mágico destino.
¡No dejes de visitarla y descubrir su historia en cada rincón!
Ubicado en una antigua casona de adobe, el Museo de Alhué es un rincón donde la historia cobra vida. Fundado en 1983 por un grupo de vecinos apasionados por preservar la memoria local, este museo alberga una rica colección de objetos que reflejan la vida cotidiana de los habitantes de la zona a lo largo del tiempo.
Aquí encontrarás herramientas de labranza, vestimenta, muebles coloniales, fotografías y documentos históricos que cuentan la historia de Alhué, un pueblo con profundas raíces campesinas. Su entorno natural y la arquitectura tradicional del recinto complementan la experiencia, transportando a los visitantes a una época en la que la vida giraba en torno a la agricultura, la ganadería y las tradiciones familiares.
El museo también destaca por su valiosa colección de piezas arqueológicas, como restos cerámicos y utensilios de los pueblos indígenas que habitaron la región antes de la llegada de los colonos. Además, su exhibición de objetos religiosos y mobiliario parroquial permite conocer el fuerte vínculo entre la comunidad y su fe a lo largo de los siglos.
Gracias al esfuerzo de la Organización Comunitaria para la Conservación del Patrimonio Histórico y Cultural de Alhué, este espacio sigue vivo y en constante crecimiento. Hoy, el museo es un punto de encuentro para vecinos, turistas e investigadores que buscan conocer más sobre el legado patrimonial de la zona.
📍 Ubicación: Plaza de Armas s/n, Villa Alhué, Región Metropolitana de Santiago
📞 Teléfono: +56 9 7379 0220
📧 Correo: museoalhue@gmail.com
🕰 Horario de visita:
Miércoles a domingo, de 10:00 a 17:00 horas (Horario continuado)
En verano este horario puede cambiar
🎟 Entrada gratuita
❌ Días de cierre:
1 de enero | 1 de mayo | 18 de septiembre | 1 de noviembre | 25 de diciembre
¿Te animas a descubrirlo? Ven a recorrer este museo único y sumérgete en la historia y el encanto de Alhué. 📜✨
A solo un par de horas de Santiago, el Santuario de la Naturaleza Altos de Cantillana es un paraíso escondido para los amantes del ecoturismo. Este impresionante cordón montañoso, con cumbres de hasta 2.288 msnm, ofrece vistas espectaculares de la Cordillera de los Andes y el Océano Pacífico, además de ser un refugio vital para la flora y fauna de Chile central.
Altos de Cantillana ha sido reconocido internacionalmente como uno de los 64 “hot spots” de biodiversidad y ha sido designado como el sitio prioritario N°1 para la conservación en la Región Metropolitana. Su riqueza natural es asombrosa: el 40% de su flora es endémica, destacando el Avellanita, un arbusto que se creía extinto, junto a especies icónicas como el Belloto del Norte, la Palma Chilena y el Roble de Santiago.
Su fauna es igual de impresionante. En sus bosques y montañas habitan zorros, vizcachas, coipos y el sigiloso gato colocolo, además de 287 especies de vertebrados terrestres. En el cielo, podrás avistar el majestuoso Cóndor, el Loro Tricahue y la Torcaza, esta última en peligro de extinción.
Si eres amante del senderismo, Altos de Cantillana es el destino ideal. Desde su acceso en Paine (ruta G-54, Los Hornos), las rutas de trekking te llevan a través de bosques nativos, abruptas montañas y panoramas inigualables.
Un lugar imprescindible para quienes buscan desconexión, aventura y contacto puro con la naturaleza. ¿Listo para explorarlo?